El problema social
Las organizaciones de Servicios de Salud en América Latina libran una gran batalla para asegurarse que sus proveedores de Salud proporcionen una atención médica continua de la más alta calidad. Esto a menudo se debe a la falta de formación básica y/o la falta de oportunidades de educación médica continua, especialmente en las zonas más marginadas del país.
El gobierno destina gran parte de su presupuesto al sector salud, sin embargo cuando este recurso es insuficiente o no se administra adecuadamente los objetivos planteados no se alcanzan.
En países desarrollados el modelo educativo que tienen para formar profesionales de la salud así como la gran cantidad de información disponible han hecho que la medicina avance a un paso acelerado. En América Latina estos avances en la medicina superan la capacidad de los profesionales de la salud al no poder integrarse eficazmente a las nuevas HABILIDADES, CONOCIMIENTOS Y CAPACIDADES, esto se debe a que los métodos tradicionales que se aplican a la formación de profesionales de la salud no son capaces de sostener este ritmo de aprendizaje, creando una gran brecha entre el conocimiento médico de última generación y el conocimiento médico aplicado en la actualidad. Este falta de formación fundamental aumenta aún más la brecha de conocimientos en los países en desarrollo y los desarrollados. En el mundo, según la Global Health Organization al año 3 millones de recién nacidos mueren en su primer mes de vida, 287.000 mujeres mueren por complicaciones en parto y 760.000 niños que mueren de diarrea antes de su cuarto año, esto se debe en gran parte debido a la falta de de los conocimientos y habilidades médicas básicas.
Al igual que en muchos lugares del mundo, el Médico General en México recibe sólo cinco años de formación académica, un año de internado y un año de servicio social en comunidades. Al comparar áreas del sur de México con el resto del país, encontramos que hay menos especialistas disponibles involucrados en los cuidados de la salud y otras áreas de la salud como la enfermería. Además, a medida que uno se mueve más lejos de los centros médicos, la brecha del conocimiento se hace más grande, la calidad y los estándares de la atención se degradan aún más debido al aislamiento y infraestructura limitada.
De acuerdo a una investigación realizada por la Agencia de noticas Notimex, el INEGI y el Instituto Nacional de las Mujeres, en México hay 259.000 médicos practicantes que trabajan tanto en el sector público como en el privado. El 70 % trabaja en zonas urbanas, mientras que sólo el 2,3 % trabaja en zonas rurales, 50 % de los médicos se concentran en 6 Estados de la República (Jalisco, Nuevo Leon, Edo. De México, Puebla y Veracruz). Otro punto que destaca es el de las visitas médicas, estas son por lo regular con el Médico General el cual se encuentra con problemáticas como el difícil acceso a la capacitación, habilidades y tutoriales continuas una vez que han finalizado su formación académica. Cada año se gradúan en México 10,400 médicos generales, esto genera un aumento en la demanda para capacitar y certificar de forma continua a los proveedores de salud. Esta estadística sin duda alguna refuerza y justifica la razón sobre la que se fundamenta de la misión de PACE.
Los conocimientos, destrezas y habilidades necesitan ser difundidas radialmente fuera de los centros médicos con la mayor eficacia posible, sobre todo en las zonas del país que más lo necesitan. La Formación basada en centros médicos no necesariamente disminuye esta disparidad o divergencia, ya que los que están mejor capacitados (especialistas, incluidos Médicos Generales) generalmente evitan prestar sus servicios en zonas marginadas. En estas zonas los «pasantes» prestan un año de servicio social obligatorio, sin supervisión y proporcionan la mayor parte de la atención en estas condiciones a menudo austeras.
Estos factores afectan desde luego el resultado final, en donde muchas personas mueren y sufren innecesariamente debido a la pobre atención médica que se les brinda, siendo muchas de estas situaciones prevenibles, sin la necesidad de destinar una gran cantidad de recursos.